—Ya apagué el aire, mijito. Y te prometo que plancharé los viernes. Ahora rinde cuentas tú de tu única responsabilidad en esta casa: ¿Qué comeremos el 31?

—Se escaparon de una granja de Flora y Fauna varios animales. El vecino de los bajos me vende una jutía.

—¿Y no hay posibilidad de que mis papilas gustativas se complazcan con un espécimen menos asqueroso?

—Eso decías del pollo cuando todavía no se atascaban los barcos. «El ecosistema tóxico de falsimedia funciona como un tremedal de desinformación», ha dicho el Granma. «Aprendemos a vivir sin que lo urgente nos distraiga de lo importante».

—Y dijo también el periódico que «el año 2023 trajo en sus maletas miles de retos, pero, al mismo tiempo, ha sido una oportunidad para crecer». ¿Crees que tus hijos puedan crecer comiendo esa porquería?

—Hay que «vivir los rigores de la cotidianidad de la Cuba actual sin lamentos que resquebrajen el alma o prostituyan el carácter». «Ahora falta que los jóvenes lo sepan también; ellos deben vivir lo que nosotros, la sensación de que todos los días el país avanza un trecho más».

—Que no avance tanto, porque a ese paso…

—Será un «ir y venir, cual hormigas que nunca se cansan, para ayudar a este, impulsar al otro, o asegurar cuanta tarea se pierde».

—No sé las tareas, pero todo lo demás se sigue perdiendo.

—«Problemas hay muchos, pero aquí se demostró, en momentos peores, que este pueblo tiene energías que uno no sabe de dónde salen, pero salen».

—Como la eléctrica. ¿A qué tanto «Año de la Revolución Energética» para venir a cobrarnos veinte años después por la importación de equipos que ellos mismos incentivaron? Es lo que yo digo: si la Revolución va a cumplir 65: ¡que se jubile!

 —Tú siempre echándole la culpa al Gobierno, como si fuera poco el sacrificio que hace, el dinero que gasta de más para ponernos un plato en la mesa. Aquí el problema es que «hay muchas personas sinvergüenzas, que no están ayudando al presidente ni al Partido».

—Como ese que te vende la jutía.

—El delito de desviar recursos de gente como él…

—…y el de receptación de muertos de hambre como nosotros…

—…solo se acabará cuando el pueblo se imbuya de las enseñanzas de Marrero de que «estos son tiempos de crear».

—Y de creer en su «economía de guerra». Ya verás a cuánto van a ponerse los tiros.

—Debemos convencernos de que «los problemas organizativos no deben obstaculizar las políticas públicas eficientes». «Solo con la perseverancia y la plena conciencia de que vamos por el camino correcto podremos lograr los resultados previstos».

—¡Pero si no hay ni asfalto para el camino correcto! Política sí, y demasiada.

—Y solo será eficiente, lo ha dicho el primer ministro, cuando «se segmenten las tareas y los retos de manera específica y general», «con la supervisión requerida, para instrumentarlo todo». Lo más importante, acotó, «es lo que cada cual tiene que hacer para lograr los resultados económicos que esperamos».

—¡Lo más importante es que acabes de bajar a comprar la puñetera jutía, que entre tú, Marrero y Canel…! ¿Acaso no oíste la última joya del primer secretario: «podemos hacer y tener un mejor país»… «si perfeccionamos los errores»?

—Ya sabía yo que ibas a cogerla con el pobre presidente. Parecía referirte a ti cuando dijo que «las cosas son mucho más fácil diagnosticarlas que aplicarlas para que no se compliquen más las cosas».

—Ya que hablas de eso: lo que más me preocupa es que ante la pregunta final de Randy en la Mesa Redonda de «¿Qué va a pasar a partir del próximo primero de enero?, ¿vienen de sopetón todas las medidas?», Gil respondió que «Lo primero que vamos a hacer es celebrar con júbilo, orgullo, compromiso, energía positiva, seguridad y fe en la victoria el sesenta y cinco aniversario». ¡¿Nos cobrará también la Empresa Eléctrica un impuesto sobre energía positiva?!

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Caricatura: Wimar Verdecia / CXC.

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